El gerenciamiento de proyectos, tal como lo conocemos hoy, surgió a inicios de la década de 1960. Sin embargo, encontramos aspectos históricos relacionados con esta disciplina en la antigüedad, especialmente en grandes construcciones como la Muralla China y las Pirámides de Egipto.
No es casualidad que la construcción de las pirámides siga siendo estudiada hasta la actualidad, y que muchas lecciones se extraigan de este verdadero caso de éxito en gestión de proyectos.
La relación entre la gerencia de proyectos y las Pirámides de Egipto
En Egipto existen más de 100 pirámides, siendo las más famosas las Pirámides de Guiza. La base de la mayor de ellas mide aproximadamente 230 metros y su altura es de cerca de 138 metros, construida con bloques de piedra caliza y granito.
Un aspecto muy importante a considerar al evaluar la complejidad de esta construcción es que fue realizada durante el Antiguo Imperio. En esa época existían numerosos desafíos relacionados con la ingeniería y la logística, además de la precariedad de las herramientas y tecnologías disponibles.
Para que la obra pudiera concluirse con éxito, incluso después de muchos años y de la participación de diferentes equipos, fue necesario aplicar habilidades que hoy reconocemos como esenciales en la gestión de proyectos, incluyendo la conducción de proyectos complejos en empresas y organizaciones.
Además, se enfrentaron otros desafíos como la escala monumental, la precisión del alineamiento y las técnicas constructivas de la época.
¿Cómo fue posible?
La construcción de las pirámides de Egipto solo fue posible gracias al uso de estrategias que, en la actualidad, pueden describirse como buenas prácticas de gestión de proyectos.
La primera de ellas es contar con un alcance y objetivos bien definidos. Para los egipcios, el foco principal era construir monumentos para sus faraones. A partir de ese objetivo, fue posible establecer un plan de ingeniería detallado para hacerlo realidad.
Es importante destacar que, en esta etapa de planificación, la gestión de riesgos es imprescindible. Incluso en la construcción de las pirámides, esta disciplina fue aplicada de forma eficiente, permitiendo evaluar escenarios, identificar puntos fuertes y áreas de atención, además de definir la logística más adecuada para la extracción y transporte de los bloques utilizados en la obra.
Esta planificación permitió que millones de bloques de piedra fueran extraídos y transportados mediante trineos, cuerdas y embarcaciones. Esto demuestra que, incluso ante grandes desafíos, nada es imposible cuando existe una buena planificación y un adecuado gerenciamiento de recursos.
Y ya que hablamos de recursos, también es fundamental identificar oportunidades incluso en medio de las dificultades. Los egipcios, por ejemplo, aprovecharon las inundaciones del Río Nilo para reclutar y emplear trabajadores en la construcción, ya que la agricultura se volvía inviable. Este aspecto optimizaba los recursos humanos, garantizando el éxito del sistema de rotación de equipos y permitiendo ajustes en el cronograma.
Para asegurar el éxito del proyecto a lo largo de tantos años, fue necesaria una lideranza clara y estructuras jerárquicas definidas, con roles bien establecidos. Así como en cualquier proyecto moderno, el líder es responsable de motivar y comprometer al equipo, resolver conflictos y garantizar una comunicación eficaz entre todos los involucrados.
La creación de equipos distintos para cada área del proyecto fue otro punto facilitador, fraccionando las entregas y mitigando errores que podrían surgir si una única persona fuera responsable de todas las tareas.
Esta estrategia es especialmente útil para gerenciar proyectos complejos y de larga duración, ya que facilita el control de plazos, la optimización de recursos y el acompañamiento general del alcance.
Además de todos estos aspectos, se observa la presencia de procesos organizados para que las pirámides fueran ejecutadas con tanta maestría y precisión. Hubo una estandarización de los bloques, lo que facilitó la repetición de tareas, incrementó la productividad del equipo y mejoró la calidad de las entregas.
¿Qué lecciones podemos aplicar hoy en la Gerencia de Proyectos?
– Establece objetivos claros; además de ser el punto de partida, son ellos los que orientarán las siguientes etapas.
– La planificación, la gestión de riesgos y el análisis de escenarios son elementos clave para el éxito de un proyecto, especialmente en proyectos de larga duración.
– La innovación es imprescindible para resolver problemas, incluso cuando los recursos son limitados.
– El mercado y las necesidades evolucionan, por lo que es importante mantenerse abierto a aprender nuevas técnicas y mejorar las actuales, adaptándose a los cambios.
– Identifica los puntos fuertes y comprende cómo pueden utilizarse a favor del cronograma o de la optimización de recursos.
– Realiza un seguimiento riguroso de los recursos y utiliza la tecnología para apoyarte en esta tarea.
– Incluye representantes de todas las áreas involucradas en el proyecto, ya que la visión multidisciplinaria es fundamental para proyectos complejos.
Conclusión
La construcción de las Pirámides de Egipto es uno de los mayores ejemplos históricos de la aplicación práctica de los principios de la gestión de proyectos. Aun sin la tecnología actual, los egipcios ejecutaron obras monumentales con una planificación estructurada, liderazgo efectivo y procesos eficientes.
Estas lecciones siguen siendo válidas y son fundamentales para las organizaciones que desean llevar a cabo proyectos de manera estratégica, innovadora y sostenible — ya sea en la construcción civil, en TI, en la gestión pública o en cualquier área que dependa de buenas prácticas de gestión de proyectos.