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Reforma Tributaria Brasileña: ¿qué cambia?

Sin categorizar 09/12/2025
Reforma Tributaria Brasileña: ¿qué cambia?

La Reforma TributariaBrasileña no representa únicamente un cambio en las normas fiscales; simboliza una verdadera redefinición del futuro económico de Brasil.

Es común escuchar que “los tributos son cosa de locos”. Y, de cierta forma, esta percepción tiene sentido, no por la falta de importancia del tema, sino por la complejidad del sistema actual.

La propuesta de la reforma surge precisamente para simplificar y organizar buena parte de estos tributos, haciendo el proceso más claro, eficiente y alineado con modelos ya adoptados internacionalmente.

A pesar de la implementación gradual, es fundamental que las empresas se preparen desde ahora. Una buena planificación y el estudio de las nuevas reglas son esenciales para absorber los impactos sin comprometer la gestión y la salud financiera del negocio.

Además, especialistas señalan que el nuevo modelo tiende a atraer más inversiones extranjeras, ya que la estructura tributaria se vuelve más simple, previsible y estandarizada.

Principales cambios

Actualmente convivimos con una estructura fragmentada, compuesta por tributos federales (PIS y COFINS) y estatales/municipales (ICMS e ISS). Con la Reforma Tributaria, estos impuestos serán eliminados y darán lugar al IVA Dual, formado por:

  • CBS – Contribución sobre Bienes y Servicios (sustituye PIS y COFINS, administrada por la Unión)
    IBS – Impuesto sobre Bienes y Servicios (sustituye ICMS e ISS, administrado por un Comité Gestor)

Además de estos, será creado el Impuesto Selectivo, conocido como “impuesto al pecado”, destinado a gravar productos perjudiciales para la salud, como cigarrillos y bebidas alcohólicas, con el objetivo de desincentivar su consumo.

Mientras algunos ítems tendrán un incremento de impuesto por ser perjudiciales, ciertos servicios y productos específicos tendrán reducciones, como los productos de la canasta básica, dispositivos médicos, medicamentos determinados, profesiones reguladas y fiscalizadas por Consejos (abogados, contadores), agencias de turismo, planes de salud, entre otros.

Otro punto relevante es la estandarización de las reglas de cálculo: después de la reforma, la aplicación de los porcentajes de impuestos será unificada para todos los regímenes, reduciendo diferencias entre empresas. Las únicas excepciones serán los MEI y las empresas del Simples Nacional, que mantendrán tratamientos diferenciados.

Los créditos fiscales también pasarán por cambios significativos. Hoy, solo empresas específicas consiguen beneficiarse plenamente del crédito de impuestos.
En el nuevo modelo, la lógica se vuelve mucho más amplia: todas las empresas pasan a generar crédito para todas, con excepción de algunos casos dentro del Simples Nacional y los MEI.

Por otro lado, surge una regla importante: la empresa solo podrá aprovechar los créditos provenientes de sus proveedores si estos están al día con sus obligaciones tributarias.
De lo contrario, el crédito no será validado, generando un incentivo directo para que toda la cadena productiva mantenga la regularidad fiscal. Este punto afecta directamente la forma de evaluar a los proveedores y de negociar con ellos.

Otro cambio importante con la reforma es la forma de pago de los impuestos. Hoy, emitimos la factura de servicio o producto, recibimos el valor total y, al mes siguiente, pagamos los impuestos sobre ese monto.
En el nuevo modelo será adoptado el sistema de Split Payment: el impuesto será automáticamente separado en el momento del pago, especialmente cuando se utilicen medios electrónicos (PIX, tarjeta, transferencia, etc.).

Ejemplo: si emitimos una factura de 1.250 reales —siendo 1.000 reales de servicio/producto y 250 reales de impuesto— el cliente paga los 1.250, pero la empresa solo recibe los 1.000. Los 250 correspondientes al tributo van directamente a una cuenta vinculada al gobierno, donde permanecen hasta el momento del cálculo.
Al cierre del período fiscal, se calcula el valor efectivo del impuesto debido; si el saldo retenido es suficiente, el impuesto se liquida automáticamente y, si sobra, el excedente puede ser devuelto.

En términos generales, esta nueva forma de recaudación impacta directamente el flujo de caja de las empresas, ya que el valor del impuesto deja de permanecer temporalmente en el efectivo del negocio y pasa a ser destinado inmediatamente al gobierno. Esto exige atención especial a la planificación financiera y al control de cuentas por cobrar.

Otras modificaciones relevantes también están previstas, como la adopción de un modelo único de Factura Electrónica en todo el país, eliminando diferencias entre estados y municipios y aportando mayor estandarización al proceso.

Además, los alquileres dejarán de formalizarse únicamente mediante recibos y pasarán a requerir obligatoriamente la emisión de factura. El sector inmobiliario como un todo también experimentará cambios específicos, con nuevas reglas de tributación y encuadramiento.

La reforma tributaria aún prevé la creación de dos nuevos regímenes: el Simples Nacional Híbrido y el Simples Nacional Unificado, que ofrecerán modelos diferenciados de cálculo y recaudación, permitiendo mayor adecuación.

Es importante recordar que uno de los principales objetivos del gobierno es hacer más transparente el valor real de los productos y servicios. Hoy, la mayor parte de los impuestos es “por dentro”, es decir, ya está incluida en el precio final, lo que impide que el consumidor vea cuánto paga realmente de tributos.

Con el nuevo modelo, el impuesto pasará a ser “por fuera”, permitiendo visualizar claramente la composición del precio. Por ejemplo, si hoy un pepino cuesta 7 reales con el impuesto incluido, en el nuevo formato el precio se mostraría así: 7 reales + 25% de impuesto.
Esta separación hace el proceso más transparente, mostrando qué parte es costo real y qué parte es tributo.

Sin embargo, es importante destacar que, si el negocio no comprende correctamente el nuevo mecanismo, podría simplemente añadir el 25% sobre el precio actual, lo que aumentaría significativamente el valor final. Esto refuerza la importancia de estudiar, capacitar y planificar a todos los equipos involucrados para evitar incrementos indebidos.

El impacto en los valores

Hasta el momento, aún no existe una definición oficial sobre las alícuotas que serán aplicadas. Sin embargo, las estimaciones actuales indican que el IVA Dual deberá situarse entre el 25% y el 28%.

Otro punto relevante es el impacto relacionado con los créditos fiscales. Aunque la mayoría de las empresas pasará a generar y aprovechar créditos de manera más amplia, la nómina no generará crédito, lo cual requiere especial atención —principalmente para las empresas de prestación de servicios, donde la nómina suele representar la mayor parte de los gastos.

En un ejemplo hipotético, para una empresa de servicios, los impuestos podrían volverse aproximadamente 180% más caros. Antes de la reforma = 8,65% / después de la reforma = 25%.

¿Cómo prepararse para la Reforma Tributaria?

Aunque la implementación sea gradual, las empresas no pueden esperar hasta la fecha final para comenzar a adaptarse. Cuanto antes inicien el proceso de preparación, menor será el impacto financiero, operativo y estratégico.

Es fundamental que las organizaciones se anticipen realizando simulaciones, revisando sus modelos de negocio y ajustando sus procesos internos.

En resumen, el secreto está en preparar al equipo: las empresas que comiencen desde ahora a estudiar, simular y ajustar sus operaciones estarán mucho más protegidas y competitivas cuando la reforma entre plenamente en vigor.

También es importante destacar que la Reforma Tributaria no modifica los tributos que no están vinculados al consumo de bienes y servicios. Impuestos como el IRPJ, la CSLL, las contribuciones que inciden sobre la nómina y otros de naturaleza similar seguirán operando bajo las reglas actuales.

 

Autora: Samanta Ohlweiler da Costa
Administración y Finanzas

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